domingo, 27 de octubre de 2013

Comportamientos correctos a la mesa


"COMPORTAMIENTO EN LA MESA"

Cada familia tiene unas normas respecto a los hábitos de comida que desea transmitir a sus miembros. Conviene que, para una mayor adaptación e integración en su comunidad, éstas participen de las normas generales y socialmente establecidas.

HIGIENE:


Condición previa a la comida es una correcta higiene de manos y el posterior lavado de los dientes, sobre todo después de las comidas principales.
Es conveniente que los/as niños/as sientan la necesidad de limpiar su boca y manos cuando están sucias y que para ello utilicen la servilleta.
Otro comportamiento que deberá aprender es no tirar comida fuera del plato.
Estos hábitos se pueden iniciar desde edades muy tempranas, ya que inciden positivamente en la salud y autonomía del/la niño/a.


POSTURAS:


Es importante enseñar al/la niño/a a comer sentado/a y a permanecer en la mesa hasta finalizar la comida. Hay que evitar posturas incorrectas y molestas para los/las demás comensales (mantener la espalda erguida, no apoyarse sobre los codos ni extenderlos ocupando un espacio excesivo, etc.).

TIEMPO:



Los niños y las niñas en edades tempranas carecen del sentido del tiempo, comen a cualquier hora y lo hacen muchas veces sin que los padres los vean.
Es preferible marcar unos horarios fijos de comidas, con cierta flexibilidad, y procurar, en la medida de lo posible, que toda la familia esté reunida y, como hemos expuesto antes, de forma relajada y tranquila.

USO DE UTENSILIOS:


El aprendizaje del uso de utensilios para comer implica la adquisición de las costumbres o hábitos que socialmente se consideran adecuados. No debemos olvidar que, detrás del uso de los cubiertos en la mesa, está el desarrollo de habilidades, estrategias y conductas que favorecen el desarrollo de capacidades de autonomía importantes para la evolución del/la niño/a.
El uso de la cuchara, el tenedor y el cuchillo favorece el logro de la autonomía, coordinación y control motriz de los pequeños/as.
En el momento en que se observa que pueden utilizar la cuchara, hay que favorecerles su uso sabiendo que, al comienzo y debido a su inmadurez, va a ensuciarse. La actitud de los padres debe ser la de continuar este entrenamiento.
Poco a poco se irá introduciendo el uso del tenedor, se continuará con la cuchara y el de más difícil manejo, el cuchillo.
Con la bebida, se iniciará al/la niño/a en el uso de la taza (dos asas, un asa) y del vaso. Al mismo tiempo, hay que eliminar los hábitos que no corresponden a su edad (por ejemplo, el uso del biberón, papillas y purés a partir de los dos años).
Hacia los tres años puede generalizarse el uso de cuchara y tenedor; sin embargo, será necesario ayudar en la utilización del cuchillo hasta los 6 ó 7 años aproximadamente, dependiendo de la pastosidad del alimento y de la calidad del cuchillo.
En nuestra sociedad se permite tomar algunos alimentos sin el uso de utensilios (espárragos, langostinos, costillas, etc.).
Ante conductas inadecuadas, dudas, desconocimiento en estos aspectos de comida, los padres pueden tomar referencia del comportamiento de otros/as niños/as de la edad y/o consultar a los especialistas (educadores, orientadores, pediatras...).

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